No eres tú…soy yo

El pasado sábado acudimos a la Madrid Games Experience. Las «experiences» allí vividas fueron un torrente de emociones, positivas y negativas. A continuación, un repaso por la feria del videojuego de Madrid.

«Un sueño…el país de nunca jamás…»

Y desde ya os aviso que puede tratarse de una entrada muy personal. No voy a relataros como si me las diera de «corresponsal profesional» lo que allí se vio, detallando al milímetro cada visita, cada pausa, cada evento cada conferencia…no! Quiero enfocar el artículo desde un punto de vista más personal, lo que he vivido y sentido en la que posiblemente sea mi última visita a una feria de este tipo, salvo que cambien mucho las cosas o se dé un particular especial que ya tengo en consideración.

Había recuperado la ilusión por ir a una nueva macro feria de estas. La frase «esta es la última vez que visito la feria de Madrid» ya sonó en mi cabeza el año pasado. Pero este año, repito, estaba con las ganas y la ilusión cargadas al 100% y me olvidé por completo de mi sentencia del pasado año.

Y siendo sinceros, he disfrutado esta feria. Pero solo a medias, y la media de no disfrute, se está comiendo a la otra mitad de ilusión…
   
Pero no es la feria en si. Soy yo, tal y como adelanto en el título de este artículo. La Madrid Gaming Experience cumplió con nota. Sin lugar a dudas, es la mejor macro feria que puedes encontrar en Madrid. Había un ambientazo que se sentía desde la misma linea 8 de metro. La gente ha disfrutado como auténticos enanos. Esta industria, que es mi hobby y mi cultura, goza de muy buena salud.
Desde hace años soñaba con ver algo así, una feria de estas. Desde hace muchos años, cuando éramos unos pocos los aficionados a esto (o mejor dicho, pocos eran los que te encontrabas) y casi teníamos que ocultar nuestra pasión por los videojuegos porque las opiniones sociales advertían que los videojuegos eran armas del demonio, por lo que el ver una feria de este tipo en mi ciudad, se me antojaba tarea imposible. Comprábamos nuestras revistas y compartíamos la información con los pocos locos que encontrabas afín a tu hobby. Allí leías como se celebraban estas macro ferias fuera de nuestras fronteras y soñabas con ir alguna vez a alguna de ellas…y por qué no…también soñabas con tener una de estas en tu propia ciudad. Soñar era gratis. Queríamos demostrar a esa sociedad, que se equivocaba de pleno cuando nos llamaban los hijos del demonio. Éramos los desplazados, pero éramos firmes a nuestro ideales respecto a los videojuego, respecto a nuestra cultura.

Mi historia personal puede diferir de la tuya. Pero así me sentía yo, junto con mi hobby, en aquellos 80 o 90. Me sentía desplazado. Decir que te gustaban los videojuegos era confesar que eras el raro del grupo por no gustarte el fútbol. En casa poco o nada podía hablar de videojuegos, puesto que mi entorno familiar, tenía otro tipo de aficiones, cosa que entendía. Cuando salía algún primo ramdom en alguna comida familiar que compartía tu afición y conversación, no faltaba el familiar-cuñado de turno que te increpaba y te soltaba eso de ¿sólo sabéis hablar de videojuegos? a lo que solía acompañar un, «panda de frikis»  Toda una declaración de apoyo…¿verdad?… pero así fue durante años. Una continua búsqueda de identidad y grupo social donde desarrollarla. Desplazados.

La cosa cambió y mejoró con los años, no os creáis tampoco que fue un «via crucis», y mejoró más aún con la llegada de internet. La sociedad poco a poco fue cambiando su visión sobre el demonio. Sobre todo cuando esos exorcistas veían que con esto, podían llenar sus bolsillos de contante y sonante. El dinero a veces es la mejor de las aguas benditas. Poco a poco notaba como ampliaba el grupo de locos aficionados a los videojuegos. Foros, portales, youtube, páginas de videojuegos, grupos de whatsapp, grupos de Telegram etc etc, todo ayudaba y complementaba mi búsqueda de semejantes.

Todo fue bien. Durante un tiempo al menos. En esta última visita a la Madrid Gaming Experience he tenido una epifanía. Y vuelvo a repetir. Es algo muy personal. Vuelvo a repetir que la feria de Madrid, cumplió más que de sobra con las expectativas….de los demás…no la mía. Es lo que siento. Lo fácil hubiera sido venir aquí y soltar lo mismo que ya habréis podido leer y ver en otras páginas, en otros canales. Podría decir que estuvo de puta madre y que disfruté como un enano…pero no sería cierto. Algo ha cambiado en mi, después de esta última feria…no se si es positivo o negativo…pero es un cambio.
Manda huevos. Es lo primero que pensé cuando me fui de la feria. Pertenezco a una extraña generación. Si antes me sentia incómodo por defecto ahora lo hago por exceso. Ya os he contado muy por encima el rollo de mis sentimientos con la sociedad y los videojuegos que me hacían sentir desplazado. Ha habido un paréntesis optimista durante estos últimos años, pero ese sentimiento de desplazo ha vuelto ahora con fuerza y me ha hecho replantearme ciertas cosas. Desde el sábado pasado. En este tipo de ferias ¡ojo! no con todo lo que tiene que ver con los videojuegos. Veo que ya no encajo en este tipo de eventos. Que de alguna forma, esta nueva maquinaria del videojuego ha hecho que vuelvan a aflorar en mi, los fantasmas del pasado. Ha conseguido de nuevo hacerme sentir desplazado. Ha sido un aviso, una especie de alarma, por lo que si tomo esa sensación como un mecanismo de defensa , he de llegar a la conclusión de que no es del todo malo. Hay que saber cuando retirarse a tiempo para no caer aún más al fondo del pozo negro. Ha llegado el momento de ceder el testigo a los nuevos jugadores…en este tipo de eventos, vuelvo a repetir. Madrid Gaming Experience, para vosotros jugadores!!

No para mi. O al menos con mi perfil de candidato que podemos resumir en: Varón de 40 años y padre de familia. Hay que buscar soluciones a mi desidia. Quiero recuperar de algún modo esa ilusión perdida.
La gente lo pasaba en grande. Viendo a familias enteras pasar allí el día, disfrutando, participando, ilusionados, pasándolo bien… de repente encontré una luz de esperanza. La solución estaba delante de mi todos estos años pero no la percibía. Esa debía ser mi nueva candidatura para futuros eventos: Ir con mi familia. Llevar a mi hijo, también aficionado a los videojuegos y recuperar la ilusión a través de su sonrisa. Ahí puede estar la clave. Pero no ir como medio de prensa…acreditado o no acreditado…porque esa experiencia para mi…puedo darla por extinguida. Se acabó. Si vuelvo, que sea como, vamos a llamarlo como un «gamer» más. Gamer Viejuno..o DinoGamer. 
¿He dicho ya que la feria cumplió con nota con sus deberes?  Creo que esta es la tercera vez que lo digo. Volviendo al papel que ya no quiero interpretar os comentaré que la feria estuvo francamente bien. Dos pabellones como dos soles para dar cabida a nuestro entretenimiento favorito. Un torrente demasiado exagerado de gente recorría los dos pabellones de acá para allá con los ojos encendidos e iluminados de puro asombro. Ambientazo en cada centímetro cuadrado del recinto. Sony, Microsoft y Nintendo mostrando cacha: Gran Turismo Sport, Forza 7 a 4k y Mario Odyssey. Una zona indie siempre interesante y lo mejor de toda la feria para mi: La zona Retro. Casi un pabellón dedicada a ella, compartiendo terrenos con las habituales tiendas de material frikuno, nuevuno y viejuno. Excelente en ese sentido. Consolas y consolas y más consolas se entremezclaban con muebles recreativos, más muebles y más aún. Jugar hasta la nausea…si tienes piernas y paciencia para aguantar las innumerables colas.

Porque las colas, forman una parte muy natural e inseparable de este tipo de eventos. Colas y más colas. ¿Que quieres ver el Doom de Switch? cola, ¿que quieres ver el nuevo Call of Duty? más cola, que quieres echarte una partidita al GT sport…¿adivinas? cola.
Lo que se traduce después de años visitando la feria: Yo paso de hacer colas, por ende, no cato nada. Hubiera hecho cola por alguna novedad, aunque de estas…pocas, salvo el propio Mario Odyssey, al resto puedes jugar con sus respectivas betas, por lo que pasando de colas. Eso es un aspecto a mejorar en futuros eventos, o se espabilan un poco y traen algo más de carne fresca…o…
La falta de novedades en cuanto a las nuevas consolas se refiere se ve más que recompensado con la Zona Indie. Me gusta comprobar como cada año van conquistando terreno en la feria y su espacio es más extenso. Junto con la zona retro, de lo más interesante de visitar. Espero que con los años, sigan conquistando metros cuadrados del pabellón. Ya me iréis contando. 
Lo que cada año crece de forma más preocupante…y volvemos al tema de desplazamientos y no una crítica firme sobre ello…es el espacio dedicado a los e-sport. Crece y crece y cada vez se le da más protagonismo. ¿El futuro? pues para vosotros jugadores. No me interesa lo más mínimo los e-sport…como espectador digo…no le encuentro la gracia. Como apuntaba mi compañero de armas, el señor Erick, la impresión que tenía y la conclusión a la que llegamos es que poco a poco, la Games Experience va mutando hacia una Madrid e-sport Experience… va comiendo terreno, poco a poco, sin que te des apenas cuenta hasta que finalmente se convierta en eso…en un evento deportivo. Tiempo al tiempo. Y vuelvo a decir…que esto es personal. A mi no me gusta, pero supongo que al que si, lo celebrará. Mejor para ti, peor para mi, por eso repito que yo me retiro. Todo tuyo.

Para ir terminando. 

Lo mejor de mi viaje por el Ifema de Madrid. Lo mejor de lo mejor, y lo digo con la más absoluta sinceridad, fueron los encuentros que tuve allí con algunos amigos. Empezando por la interesante conferencia de @Todomegadrive (las conferencias…otro rayo de esperanza, lo mejor de la feria sin duda) haciendo un repaso de las consolas de Sega. El reencuentro de nuevo con los «Ex-amigos» de XXXXX (aquí venia un canal del que éramos amigos, pero han decidido por su cuenta que me equivocaba, lástima. Que os vaya bien, par de dos!!) y el señor McPato y conocer en persona al señor Ristan que tal y como intuía, es un tío de puta madre y desprende pasión por los videojuegos por los cuatro costados. Un placer conocerlo, caballero 😉
Mención especial a mi querido compañero de batallas, el señor Erick, que de él son las fotos que han acompañado este artículo. Un placer de nuevo contar con usted, caballero.
Me despido hasta el próximo artículo, ya que de momento la desidia, na ha llegado a tanto.
Nos vemos en los bares.


-Mario Landflyer – Orgullogamer-
Para vosotros jugadores, todo para vosotros.

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