[Análisis] Drakengard 3


Análisis Drakengard 3

Título: Drakengard 3 (Drag-On Dragoon 3)
Fecha de lanzamiento: 21/05/2014
Género: Hack & Slash
Desarrolla: Access Software
Distribuye: Square-Enix
Plataforma: Playstation 3
Jugadores: 1

Black Song, White Scales

Si somos un poco entendidos del cine y la literatura sabremos que para crear una historia hay que seguir unos cánones previamente establecidos. Estos corresponden a un desarrollo que comienza con en un inicio, pasa por un nudo y finaliza con un desenlace. Durante esta transición se desmembrana la narrativa, se presentan y crecen personajes, se da sentido a un epicentro de suma importancia y este termina en una conjunción de variables limitadas. Sí, creemos que esto es inviolable, lo creemos, hasta que entra en escena Yoko Taro y se carga el sistema conocido para imponer su estilo de narrativa basado en el "backwards scripwriting" y el "Photo Thinking" donde para llegar al núcleo de la trama se tienen que desenvolver todos los elementos antes y después de él. Taro lleva imponiendo este estilo en sus juegos desde Drakengard 1, donde todo comienza como una situación de fantasía ordinaria para terminar mutando en un reflejo de los deseos más oscuros del ser humano. Se odia el tabú, se muestra la cara de los personajes tal cual se sienten y muestran sus pecados con cierto orgullo, no hay nada sujeto a unas leyes de moralidad, ni tan siquiera su universo donde lo turbio coge forma conforme el jugador intenta llegar al final de la obra. Drakengard 3 es un gran exponente de esto, aunque quizás lo sea de forma más dulce que los anteriores títulos de Taro, por ello, analizar lo que es la historia de su propuesta resulta bastante difícil sin entrar en spoilers, pero intentaré hacerlo de todas formas.


Las Intoners de izquierda a derecha: Three, One, Zero, Five, Four y Two.


Partimos en una precuela de Drakengard 1, el mundo conocido 1000 años antes de esos acontecimientos. Una diosa (o Intoner) caída conocida como Zero declara la guerra a sus hermanas, 5 diosas cuyos nombres van desde Five a One, nombres que representan su edad (Five es la más joven y One la más madura) así como su nivel de poder, siguiendo la escala de mayor numero más débil a número más pequeño más poderosa e influyente. Estas 5 Intoners gobiernan la Tierra, descendieron al mundo de los hombres para poner fin a sus disputas bélicas y cada una es la mandamás de una determinada región: El mar, las montañas, los bosques, los desiertos y la catedral, una oda a la humanidad. Cada una se caracteriza por una patía determinada: Five le pierde el apetito sexual y su objetivo es calmar sus placeres a cualquier precio, Four acaba demente por la obsesión de reprimir su sexualidad y ser discriminada por Zero, Three solo entiende el sentido de la vida con su arte macabro de trastornar la materia viva, Two se hunde psicologicamente en sus poderes de Intoner volviéndose autista y One es la soberbia personificada en la Tierra, donde su palabra es la sabiduría completa y es omnipotente ante los seres humanos. Sumado a esto, un atributo físico se les desarrolla con más mesura, por ejemplo, Three le crece el pelo sin control más que a sus hermanas, a Five sus senos o a Four sus uñas.
Zero busca venganza contra ellas por motivos desconocidos, en su intento fracasa y es derrotada vilmente por el Dragón Guardián de One, Gabriel, obligándola a retirarse para guardar letargo un par de años y recuperarse de sus heridas además de guardar luto por la muerte de Michael, su dragón personal y que se reencarna en una cría dracónica llamada Mikhael. 
En este punto, comienza la historia para el jugador, que tendrá que guiar a Zero y Mikhael en su segundo intento de venganza a través de cada una de las regiones para ir derrotando a sus hermanas.

Una de las peculiaridades del desarrollo narrativo de Taro es la creación de personajes secundarios fuera de tono y que rompen con los clichés explotados en la literatura. Los que conoceremos y serán nuestros ayudantes en batalla: Ditto, un adolescente psicópata obsesionado con los asesinatos, Decadus, un hombre de mediana edad sadomasoquista, Octa, un anciano ninfómano y Cent, un joven narcisista y obsesionado con el amor. Todos ellos son los adalides de las hermanas de Zero, humanos agraciados con el poder mágico de las Intoners (los cantos) que se nos unirán a nuestra causa por diferentes ambiciones que van desde ver el mundo consumirse en las llamas a simplemente tener noches de sexo desenfrenado con la protagonista.


Los discípulos de izquierda a derecha: Cent, Dito, Octa y Decadus.


Taro no se olvida de dotar a sus personajes de sensaciones humanas como estímulos a lo que visualizan. Por ejemplo, el impacto de la muerte de un ser querido ocasiona a uno de los protagonistas enfermar y vomitar por la impresión o que la traición por egoísmo simple y banal sea el pan de cada día en el carácter humano de cada uno de ellos. En cuanto a la metáfora, DG3 rodea a varios elementos como centro de su metástasis: Las flores y la sangre como la soledad y la canción respectivamente. El primero es un ítem lleno de misterio que será decisivo en el devenir de la trama, el segundo es importante porque refleja el carácter de Zero en él, es un elemento de poder para ella y queda más que patente cuando vemos que se impregna de sangre de pies a cabeza cuando su indicador de poder intoner está al máximo.

Porque Zero, al igual que el resto de personajes, no es un ser estructurado con pilares comunes. Es una mujer hambrienta de poder, es cruel, déspota, manipuladora, egoísta, muy egocéntrica, hiriente, mal hablada y trata la vida humana con total indiferencia, como motas de polvo que son molestias en su paso de venganza o que sirven como herramientas temporales a su propósito. Es la protagonista, aunque encaje más en el perfil de una villana, porque en este juego la escala de grises no puede estar más mezclada y a buen seguro cada tipo de jugador empatizará más con un determinado personaje, sea este puesto como villano, héroe, transeúnte vehicular o simplemente un narrador de su lore. 

Tampoco puedo obviar el toque humorístico de Taro. En DG1 es bastante discreto pero en DG3 se suelta bastante más. Taro profundiza mucho en el humor absurdo y de color negro, hace mofa de situaciones dolorosas para los personajes en ocasiones, en otras simplemente el carácter infantil de Mikhail las fuerza conllevando la reprimenda de Zero o los demás miembros del grupo. Pero sobre todo lo veremos en los diálogos y piques entre los discípulos de Zero, donde los trapos sucios están a la orden del día.
Hay ciertas partes que no se cierran en la historia, los llamados elementos de autorrevelación por Taro y que son a libre interpretación del jugador. Cada persona que complete al 100% el juego tendrá un punto de visión diferente y adulterado, esto da lugar a tremendas discusiones por foros y demás pero la razón de ello es que cada uno debe completar estos huecos con su experiencia personal. Puede sonar a vaguería del autor pero en realidad está todo relacionado con la trama general y eso raramente se puede ver en un juego y que aun por encima, funcione bien.


Las "Branch" son sucesos temporales que ocurren motivados por decisiones
que Zero tomó en su momento. Tendremos que completarlas 
todas para degustar la trama al completo.


Por último, hablando de la trama, que es lo que más me iba llevar y con razón, los finales. Sí, es importante hablar de ellos porque siguiendo la estructura "tariense", todo el plot es dependiente de todos los finales, me explico. Si seguimos la primera ruta, conocida como Branch A, llegaremos a una conclusión inconclusa, cantidad de elementos, cabos sueltos y desarrollos importantes son narrados en otras Branchs, rutas temporales diferentes de la original y hay que terminar todas las variantes para completar el puzzle narrativo. De hecho, este elemento es quizás el más característico de Taro, pues todos sus juegos confabulan en un mismo universo que continúan a este según el final de cada Branch (que son un total de 4). Por poneros un ejemplo, Drakengard 1 parte del final del Branch C, mientras que el futuro Nier Automata lo hará por el final 1 del Branch D, al igual que la mitad del origen de Nier original parte del final extendido del Branch D y el Branch E de Drakengard 1.

Sí, sé que es algo bastante complejo de entender, pero la forma en la que Taro hilvana toda la trama para que tenga sentido es lo que lo convierte en un maestro a la hora de contarnos sus historias.

Ya pasando a otros apartados, seré más conciso porque madre mía la lata que os pegué con la parte narrativa. En lo gráfico el juego sufre la clásica dualidad de Acces Games (el estudio desarrollador con perlitas a sus espaldas como Deadly Premonition), por una parte en lo artístico luce de infarto en todos los niveles, gracias en parte a Kimihiko Fujisaka, pero por otra el acabado gráfico no pasa de paupérrimo. Los escenarios son dignos de calidad de inicios de PS2, los modelos de enemigos son muy básicos en ocasiones y los efectos generales son también de lo básico de la guantera. Quizás lo más llamativo son los efectos de la sangre, los haces luminosos que ejecutan las armas al emplear combos largos o los niveles aéreos al lomos del dragón que nos dejan unas estampas preciosas.


Cuanto más matemos y más subamos el nivel de combo, antes
rellenaremos la flor de sangre para ejecutar el modo Intoner.


En lo jugable, lo mismo. Muy bueno a nivel combate, resultante en un Hack&Slash divertido, práctico y con cierto nivel de desafío (sobre todo contra los Bosses) pero que es lastrado por una optimización técnica de lo más horrenda. Hay rascadas de framerrate brutalísimas, la cámara funciona fatal y el control del movimiento del personaje muchas veces nos venderá. Además, el pilotar el dragón es un castigo por la imprecisión de su mira o la mala recreación de su planeo, el bicho se nos caerá en picado cada dos por tres y maniobrar con él a veces es toda una odisea.

No obstante, en lo sonoro es uno de los trabajos más bestiales vistos en un título de PS3. La banda sonora no es en vano, producto del todopoderoso Keichi Okabe, trayéndonos otro repertorio de temas de corte épico y chorus femeninos. En los combates contra bosses los temas se radicalizan dejando paso marchas metaleras y reverbs. El doblaje, inglés, también tiene un nivel de infarto, su nivel de actuación se nota que estuvo supervisado al milímetro por Taro para que la emoción de las voces fuese consecuente con la trama.


"The Silence is Mine" funciona como el tema principal del juego.
Interpretado por Ichihiru Onitsuka y compuesto por MONACA.

En cuanto a duración el juego viene bien servido de horas. Conseguir llegar al final de la Branch A nos llevará solo unas ocho horitas aproximadamente, pero completar el juego enterito con todos los finales y todas las Branchs completas (inclusive misiones secundarias) nos puede llevar entre 30 y 50 horas. Además, está el pique de conseguir todas las armas (de 4 tipos: Espadas, lanzas, chakrams y cestus) y mejorarlas al máximo para ver como progresan en diseño y capacidades, tanto visuales como su variedad de combos así como los parámetros de daño o velocidad. En esto juega un papel esencial la moneda, que tendremos que farmear en las misiones secundarias o repitiendo misiones principales si así lo preferimos.

Drakengard 3 es para mí, quizás, uno de los mejores títulos que han pasado por la negrita Playstation 3. En un juego que en lo narrativo es muy difícil de explicar con palabras y que hay que experimentarlo por uno mismo, también sea dicho que no es para todo el mundo pero que si llega a conectar contigo te va deparar de las mejores experiencias del medio. Aunque tiene tantas carencias como virtudes, las segundas pesan tantísimo que las primeras las perdonaremos sin rechistar. Cuando Yoko Taro dirige y escribe, hace magia y eso es incuestionable indiferentemente del gusto de nuestro paladar.

+ Lo Mejor.

1. La historia y su construcción: Original, oscura, turbia, radical, cautivadora, impresionante, filosófica, emotiva...
2. La personalidad de sus personajes, son tan atípicos y carismáticos que los amaremos y odiaremos con puro sentimiento.
3. La OST, como siempre, Okabe nos regala todo un homenaje a las historias de Taro en forma de banda sonora.
4. El sistema de combate, simple pero profundo, cargado de armas para combear y bastante vistoso.
5. Un gran labor de doblaje, tanto en inglés como en japonés las interpretaciones son 10/10.

- Lo Peor:

1. Graficamente es mega discreto y mugriento, le salva el apartado artístico y por mucho.
2. Optimización desastrosa donde el framerrate, con un tope de 30 FPS, se ve resentido en incontables ocasiones.
3. Textos en inglés, si no tienes nivel te va ser imposible seguir el hilo a una historia que de por sí ya es compleja a montones.
4. Los escenarios se repiten demasiado, tanto en diseño como en estructura.
5. La trolleada final de Taro en la Branch D, muchos pasaréis a odiar profundamente el juego por ello, os lo aseguro.

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