Análisis Ori and the Blind Forest: Definitive Edition

"Uno de los mejores plataformas 2D jamas creado"
“Uno de los mejores plataformas 2D de la historia”, “obra maestra para One y PC” y como estas frases muchas similares allá por Enero de 2015, cuando Ori and the Blind Forest debutó en Xbox One y PC, yo, tranquilo por no tener ni la plataforma de Microsoft ni un ordenador que me mueva los títulos con soltura era feliz con mi PlayStation 4, pero si hay algo peor que unas buenas críticas es el boca a boca de la comunidad gamer, con el paso de los meses parecía más evidente que estábamos ante una joya de las plataformas y mi pequeño corazón de jugador no hacía más que desearlo con más fuerza.
Con One recién adquirida a finales de 2015 me dispuse a jugar a todos los títulos que ansiaba de la máquina de Microsoft: Halos, Forzas, Ryse o Sunset… y he de reconocer que mi corta memoria se olvidó del pequeño Ori. El lanzamiento de su edición definitiva lo volvió a colocar en mi punto de mira y con alguna que otra recomendación más su ajustado precio he podido adentrarme en la preciosa historia en la que acompañaremos a Ori para restaurar su mundo de la oscuridad, una misión que nos llevará a descubrir que nada es bueno o malo, sino según la perspectiva con la que se mire.
"La emotiva historia de estos dos personajes te cautivará"
Ori and the Blind Forest es un plataformas 2D desarrollado por Moon Studios con ciertos toques de lo que en el mundillo se denomina metroidvania, en el cual un enorme mapa se va abriendo poco a poco a medida que vamos adquiriendo nuevas habilidades y estas nos permiten llegar a zonas antes inaccesibles para nuestro personaje. Uno de los grandes aciertos del juego son precisamente estas habilidades, su uso totalmente milimétrico y la habilidad que debemos de demostrar al usarlas para superar los diferentes retos que el mundo nos plantea son la grandeza de este juego. Y es que Ori and the Blind Forest es un juego difícil, y no una dificultad que venga dada por una IA pobre, abusiva o que el pequeño Ori sea torpe, sino porque has de ejecutar tus movimientos y acciones perfectamente, en cierta medida y salvando las distancias ya que son completamente diferentes en sus planteamientos, me recuerda a la saga Souls debido a que aquellos jugadores que sea “paquetes” o que se desesperen a la primera de cambio (mi caso por ejemplo) sufrirán.
Además de las diferentes habilidades para superar el plataformeo, el viaje de Ori por el Bosque de Nibel cuenta con otros problemas en forma de diferentes enemigos. Estos poseen patrones de ataque bastante diferenciados y en los que una vez más saber cuando atacar con absoluta precisión será clave, ya que hasta que no mejoremos la vida de Ori, esté será muy vulnerable, además en los ataques enemigos a veces estará la manera para superar determinadas secciones, todo esto dota al juego de una profundidad y jugabilidad de la más depuradas en un juego plataformas 2D, a la altura de lo más grandes del género. 
La versión definitiva cuenta con dos zonas nuevas, dos habilidades extra y 3 niveles nuevos de dificultad, mención especial al modo una vida, que servidor jamas sería capaz de logar. Las dos zonas nuevas no son obligatorias para superar el juego y su ubicación esta bastante oculta en el mapa, así que tendremos que investigar bastante hasta dar con la entrada de ambas. En cuanto a las nuevas habilidades son Deslizamiento y Ráfaga de Luz que se unen al resto de mejoras que podemos dotar a nuestro pequeño y simpático personaje, todas estas están dividas en tres ramas, la primera de ellas dedicada a mejorar nuestra capacidad de atacar, la segunda nos permite descubrir más secretos del mapa o recuperar más vida al guardar y la tercera rama está más enfocada habilidades extra de Ori como el triple salto. Para obtener todas estas mejores tendremos que ir acumulando puntos que podremos obtener matando enemigos o recogiendo esferas de habilidad que como no están perfectamente ocultas por el mapa. Hablando del mapa, este es bastante grande, lleno de zonas ocultas y sitios imposibles a los que llegar en apariencia, siendo una delicia volver a zonas ya visitadas para poder acceder a todo lo que nos dejamos por el camino, todos estos lugares están perfectamente conectados y es posible ir desde lo más alto del volcán hasta los túneles oscuros de una sentada (e intenta no morir en el camino), aunque lógicamente hay portales de teletransporte que iremos desbloqueando al avanzar la aventura.
"Constantemente van sucediendo eventos que harán poner a prueba tu habilidad"
Otro de los pilares en los que se basa la jugabilidad del título es su sistema de guardado, con la habilidad Vínculo de alma se gastan puntos de luz que vamos obteniendo por el mapa, al usar está habilidad además de obviamente guardar la partida podemos abrir el árbol de habilidades y tomarnos un pequeño respiro porque si nos matan (y creerme que moriremos muchas veces) volveremos a empezar desde ese punto que nosotros hemos elegido, y aquí está otra de las genialidades del título, saber cuándo usar estos puntos para guardar, puede que hayas pasado una zona difícil y quieras guardar para no volver a repetirlo pero solo te queda un punto, si lo usas y no puedes recargar los puntos de luz estarás mucho tiempo avanzando sin poder guardar y… muerte, vuelta a empezar (y normalmente algún que otro puñetazo en la mesa acompañado de un grito poco decoroso), aparte del guardado los puntos de luz que obtenemos nos sirven desde para abrir puertas hasta para activar zonas o hacer ataques cargados. Junto a todas estas mecánicas nos encontramos a lo largo de la aventura tres grandes eventos de huida a la carrera que suponen un reto extra donde poner a prueba nuestros nervios y habilidad con el pad, por poner un ejemplo, en la primera escapada acuática tiene uno de los mejores retos que he podido disfrutar en videojuego alguno.
Gráficamente Ori and the Blind Forest entra por los ojos debido a su cuidado apartado gráfico, las 2D pocas veces han sido tan bien tratadas como en este juego, el movimiento de personajes es suave y la cantidad de elementos que pueden llegar a acumularse en pantalla nos dejaran más de una vez con la boca abierta aún estando en plena era tridimensional y con la realidad virtual a la vuelta de la esquina. Llegados a este punto también debo de decir que la versión de One sufre alguna que otra rascada en momentos puntuales, aunque no son muy numerosos y no llegan a molestar a la hora de jugar. La variedad de ambientaciones está asegurada en este particular bosque, con zonas de lava, nieves, frondosos bosques o zonas acuaticas, todo perfectamente recreado. La banda sonora es otro de esos apartados que hacen de este juego una pequeña joya, su melodía de principal se quedará grabada a fuego en vuestras mentes y os sorprenderéis en mas de una ocasión tarareándola, si por cualquier motivo no podéis disfrutar del juego, mínimo os recomiendo que le deis una oportunidad a su apartado sonoro.
Grandes juegos salen bastantes en la industria del videojuego en estos tiempos, las consolas actuales y PCs hacen que las desarrolladoras puedan hacer juegos largos y variados o sagas anuales que sacian el apetito de la comunidad entrega tras entrega, lo que ofrece Ori and the Blind Forest es distinto, es el gusto por el videojuego de antaño bien realizado, una muestra de que con esfuerzo y dedicación, nuestro sector puede parir productos que en un futuro sean considerados obras de arte. Mi recomendación personal a todos los que aún no lo habéis jugado es que salgáis corriendo a por el, no os arrepentiréis.
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