Video Games kill the Videoclip star

De entre todos los géneros audiovisuales, hay uno que se puso muy de moda a finales del siglo pasado por culpa de la cadena televisiva MTV. Sí yogurines, antes de que la MTV se convirtiera en una pasarela de músculos oleosos, mechas californianas y escaparate de carroña humana, era una cadena de televisión que ponía videoclips.

El videoclip, como género, ha llegado a la categoría de obra de arte  gracias a figuras como Michel Gondry o Spike Jonze, por nombrar un par de sus máximos exponentes. Pero por razones que no entraremos a valorar aquí, es un género que se está perdiendo a la misma velocidad a la que tu novia te pondría los cuernos si se encontrara en el ascensor con Ryan Gosling... Lo has adivinado... sí, muy rápido.
¿Por qué triunfó tanto el videoclip? Pues tampoco lo analizaremos aquí, pero la verdad es que es un género que da bastante libertad a la hora de crear. Puedes mostrar al grupo tocando, haciendo el panoli o crear un corto que podría ganar un Oscar. Hagas lo que hagas, estará bien. Porque si no mola pero el tema musical sí, se verá. Si la canción es un peñazo pero el videoclip es bueno, también se verá. Así que no entendemos como vosotros, los de las nuevas generaciones, os habéis cargado de un plumazo algo tan brutal como el género de los videoclips, para ver las vergüenzas de Paris Hilton.
De entre todas las ideas que se le pueden ocurrir a un director de videoclips, de golpe aparecen un par de chalados que se inspiran en un videojuego para plantear un videoclip.
Y no son sólo "un par de chalados"... hay unos cuantos...
Una que en 2011 se apuntó al rollo que estaba de moda -y aún sigue de moda, pesaos- de los pixeles fue Lily Allen con su clip L8 CMMR. Nombre raro para un videoclip que nos traslada a la época de los 8 bits, donde vamos saltando por unas plataformas tipo Super Mario, que curiosamente son la letra de la canción... sí, es otro de esos videoclips karaoke que ya hace como 20 años que no tienen gracia. El videoclip también pasa por juegos míticos como el Tennis de la Nes o un mata marcianos como Space Invaders.

Pero para videoclip inspirado en Space Invader os dejamos este de Hexstatic, Bass Invader


Hay que decir que Hexstatic son asiduos a esto de hacer videoclips con videojuegos de por medio. En Extra Life salen juegos como Pong o imitaciones de R-Type, o Scramble de Konami.

Si nos adentramos ya en el mundo de los videoclips molones inspirados en videojuegos, tenemos que entrar a lo grande con Daft Punk y su banda sonora completa de Tron Legacy. En esta película, el dúo no sólo hace un cameo (salen pinchado en una sala) sino que además se encargaron de la banda sonora (¡un musicón!). Daft Punk, electrónica, videojuegos de los 70/80 y TRON... cóctel explosivo.

Con Californication, Red Hot Chili Peppers nos brindaron un videoclip donde se pueden encontrar guiños a muchísimos juegos. Cada miembro del grupo se va por los cerros de Úbeda y así podemos ver claras alusiones a Grand Theft Auto, Crazy Taxi o juegos de skate o snow como los Tony Hawk o el mítico SSX. También hay escenas de vagonetas en minas abandonadas como en Indiana Jones o idas de olla como volar montados en libélulas. Pero siempre con alusiones a su California como el puente Golden Gate, los bosques de secuoyas o el surf entre tiburones todo aliñado con ítems y fases bonus de por medio.

Woodkid desplegó ante nuestros ojos un videoclip de su tema Run Boy Run que recuerda, y mucho, al glorioso juego Ico. De hecho, todos los videoclips de su álbum The Golden Age siguen una misma línea argumental. Centrándonos en el Run Boy Run vemos que se trata de un niño corriendo siempre de izquierda a derecha -como los juegos de scroll lateral en 2D- y que las bestias que lo acompañan le arman con una espada y un casco con cuernos (igualito al que lleva Ico en su aventura para
PlayStation 2).

¿Qué decir de los amigos de Maiden?
Iron Maiden llevan coqueteando con los videojuegos desde hace tiempo. De hecho, hasta sacaron un juego -malísimo por cierto- en su recopilatorio Ed Hunter. El juego, del mismo nombre, era un shooter al estilo Time Crisis donde debíamos buscar las portadas de los discos de Iron Maiden entre diferentes niveles con la música del grupo de fondo. Era cutre, la verdad, ¡Pero oye! ¿Cuántos grupos sacan un recopilatorio con juego para PC?

Pero hablamos aquí de Iron Maiden por su último videoclip, el del single de su último trabajo The Book of Souls, que nos guía por los recuerdos de la historia de los videojuegos. En el videoclip de Speed of Light podemos ver a un Eddie jugando a máquinas recreativas en uno de esos salones míticos de los ochenta.
El videoclip se divide en cuatro niveles donde Eddie tiene que recoger cuatro corazones. A parte de encontrar en cada nivel mil referencias a discos, portadas y hasta la cerveza (Trooper) propia de la banda., cada uno de los niveles representa un juego, desde los 8bit del primero hasta un 3D de lo que podríamos deducir una PS3.
En el primer nivel, Eddie tiene que rescatar a la churri de turno de las manazas de un gorilaco hormonado,  y para conseguirlo tiene que subir a un edificio mientras el morlaco de discoteca lanza barriles. Sí señores, es el Donkey Kong.
En el segundo nivel, saltamos a los 16 bits y nos encontramos con un juego también en 2D pero con unos mejores gráficos. El juego recuerda a un beat 'em up o un scrolling shooter como los de la época dorada, con esos Metal Slug, Contra III, Flashback, Robocop o Streets of Rage.
En el tercer nivel, nos encontramos con un juego de lucha tipo Street Fighter o Mortal Kombat entre Eddie y el demonio de The Number of the Beast. Hay momentos de la lucha que parecen Dragon Ball y hasta vemos un mítico "¡finish him!".

Y llegamos al último nivel, donde nos encontramos ya un juego en 3D, un shooter en primera persona entre demonios mayas - que recuerdan los de Uncharted 2- y un T-Rex que nos hace pensar en esa gran saga de Turok. El videoclip acaba con Eddie quedando primero en el ranking de puntuación de la máquina y largándose del salón recreativo medio cabreado por el mal momento que le han hecho pasar las maquinitas.

Como podemos ver con estos ejemplos, el videoclip es un género tan libre como el viento, y se te puede ir la pinza tanto como quieras. Si lo que os mola, grupo de acabados que os reunís aún en el garaje para ensayar, son los videojuegos a parte de dar mamporros a una batería vieja, haceros un videoclip molón con los juegos a los que le dais los fines de semana. Porque lo que es tocar en el Calderón... seguro que no tocáis.
¡Salud, hermanos!
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