«Retro análisis Kane»
Vamos a ensillar nuestra montura hecha de pixeles, aseguremos las bridas, subamos a lomos de nuestro maltrecho caballo y salgamos al galope por los cañones de 8 bits. Hoy vamos a perpetrar Kane.
El género del oeste, siempre parece ser atractivo a la hora de entretenernos, bien a través del cine, bien a través de los que nos ocupa, los videojuegos.
Videojuegos basados en el lejano oeste hay muchos ejemplos de los cuales podemos hablar y que sin duda hablaremos cuando se tercie.
Pero hoy, nos vamos a detener en uno de esos títulos que por casualidades de la vida, caen en tus manos en su debido tiempo, le dedicas tus horas de juego e inmediatamente deja su impronta en tu recuerdo.
Una lotería sin duda. Por la cantidad de títulos que salían y por la poca información que barajábamos, muchas veces ciertos títulos formaban parte de tu colección por otros medios más directos, esta vez gracias a tu vecino, amigo o compañero de colegio. Las grandes campañas de publicidad aplicada al videojuego era algo que ni se nos pasaba por la cabeza que alguna vez formaría parte de nuestro mundo videojueguero.
Mastertronic son los artífices de la criatura, cuando distribuidora y creadora se difuminaba en el entorno. El año, 1986 y la plataforma donde silbaron las primeras balas fue en el Commodore 64.
«Carga rápida, es decir que en seis horitas tienes tu juego a punto»
¿Commodore en mi casa con la que estaba cayendo? Como suelo decir, el 90% de nosotros nos bastaba y sobraba con un Spectrum, por lo que la versión donde hice mis correrías vaqueras fue en el Zx de 48Ks.
Pero hoy voy a hacer una excepción. Y la versión a comentar por ser superior, aunque me pese reconocerlo es la de Amstrad. Por una vez y sin que sirva de precedente, la jugabilidad en el CPC se disfrutaba mucho mejor que en Spectrum en este caso, es la versión que voy a comentar y es la versión que os recomiendo jugar.
Historia
Una vez más, poca repercusión la trama. Una escusa para entrar en acción. Es el juego y punto, lo demás una escusa, un adorno para darle la profundidad argumental que tu quisieras darle. La historia se resumía en el reverso de la carátula de la cinta de casete. A mi me servia ese leve apunte, siempre he sido bastante imaginativo, una vez leida ya me veía con mi casaca y mis pistolas dando leña al mono.
Una escusa, para entrar en la acción que terminaba cuando se agotaba el tiempo de juego o estabas hasta los mismísimos de completar el bucle por centésima vez.
Reset y a cargar otra cinta con otro juego, dos horas escuchando como mataban a los cochinos en la carga, con los dulces colores de las bandas rojas-azules y amarillas-azules para ver como se mostraba poco a poco la portada…
Y luego otras dos horas para cargar el juego en si.
Sabias que había cargado el juego, cuando escuchabas “El silencio de los cochinos”
“Con dos cohones”
Por tanto la escusa es:
Eres un joven, aguerrido y fornido vaquero Tejano que en una mañana de soleado domingo, para romper tu rutina de arrear ganado y emborracharte en el bar, decides tocar un poco los calandrocos al personal.
De buena mañana coges tu arco junto con tus demás enseres vaqueros y te diriges a la reserva India más cercana a tu rancho, para comenzar el día con energía a falta de Cola Cao y unas buenas porras, en la que va a ser el comienzo de tu gran aventura que podemos resumir en matar y pasear, lo que se dice auténtico espíritu Tejano, matar a todo bicho viviente que no sea otro Tejano, eso si, los matojos de hierva ni se tocan.
Donde se desarrolla la Historia
El lejano oeste es muy extenso, por eso Mastertronic nos ofrece un resumen. Cuatro son los escenarios, siendo uno de ellos una repetición con distinto sentido. Comenzamos en la reserva india, donde ni cortos ni perezosos debemos agenciarnos sus recursos más valiosos: Los patos.
Con el arco trataremos de matar todos los patos que podamos. Y si ahorramos flechas mejor que mejor, que ya desde lejos se veía venir la crisis. Si andamos astutos, podemos afinar el tiro para que la trayectoria del pato muerto al caer, se lleve por delante a otro pato que vuele por debajo del difunto. De ese modo nos anotamos un extra con tan sólo una flecha. Patos para todos! La familia te lo va a agradecer, hartos ya de comer mapache hervido.
«La pesadilla de Donald»
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Una vez que nuestro cinturón esté atiesto de patos, subiremos en nuestro caballo percherón para dirigirnos al pueblo a armar una buena. Pero por el camino, yo me entretengo y el entretenimiento en este caso es hacer que nuestro caballo no tropiece con las piedras del camino o los matojos secos, nunca supe bien que es lo que era…puede ser cualquier cosa, no está claro, incluso una cagada de tórtola.
«Saltándo una hez de tórtola»
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Cuando llegamos al pueblo, nos percatamos que se está cometiendo un atraco al Banco. Que tiempos los que dejamos atrás más nostálgicos, cuando antes se atracaba Bancos y no como ahora, que los Bancos te atracan a ti. Ay!…que tiempos…
Naturalmente que esta fechoría no va a quedar impune. Puede que robes patos a los indios en tus ratos libres, pero eres un ciudadano ejemplar, sobre todo cuando los ojos de los ciudadanos te contemplan, como todo hijo de vecino. Por lo tanto tiras de tu doble moral y comienza la fiesta de tiros entre los atracadores y tú. Usa bien tus coberturas Fenix.
Esta fase siempre me ha recordado, bueno más bien al revés, a la fase de bonus de Sunset Raiders.
«Parecidos casi razonables»
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Pero uno de los atracadores escapa y logra coger “El tren de las 3:10”, como aun sigues en la ciudad, observado por el jurado popular y no te gusta dejar las cosas a medio camino, vuelves a coger tu caballo y sales al galope para detener el tren por el mismo camino por donde has venido esta vez al revés.
Debes esquivar de nuevo las cagadas de tórtola hasta detener el tren. ¿Cómo detenemos el tren? Basta con llegar a la cabecera, el maquinista que te conoce y que este fin de semana no ha podido ir a cazar patos contigo porque estaba de reserva en la Renfe, detiene su tren porque algo se huele con tu presencia.
«Lo que hay que hacer para no perder el Cercanías…»
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Y se acabó. ¿Game over? Que te lo has creído Una vez terminas el juego, vuelves a empezar a cazar patos, a esquivar piedras y a detener bandidos “atracabancos” en un bucle infinito.
Tu amigo, el maquinista de Renfe, sin duda se merece unas buenas vacaciones. Os iréis de patos, seguro. Eres un hombre de costumbres.
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Abuelo Cebolleta – Orgullogamer. Puchero listo para los garbanzos, hoy en vez de pollo, pato.
Doctor en Filosofía. Campeón del mundo de futbolín. Mira la magia de mi melena. Practico el deporte y la cultura. Rey Emérito de Orgullogamers.
JAZZVIER
xupalagamba
Redacción Orgullogamers
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